miércoles, 23 de marzo de 2011

El amarillismo de los microbuseros

El amarillismo es algo bastante curioso. Uno que por azares del destino trabaja en prensa se puede dar cuenta muy fácilmente de eso.

Dicha práctica poco ética es, como la gran mayoría de las cosas de poca ética, un mal necesario dentro de la cultura del consumismo. El problema es que todo tiene un límite y hay gente que está dispuesta a explotar todo y a todos por conseguir un par de centavos más.

La televisión en general se centra en el morbo y el amarillismo para mantener a la gente enganchada porque, seamos sinceros, somos una bola de morbosos consumistas que no podemos no ver los resultados trágicos de un accidente de tránsito ni aunque nuestra vida dependiera de ello, carajo, aún estando inmiscuido en el accidente lo quieres ver.

Las televisoras y los medios de comunicación en general aprovechan ese instinto cavernícola que todos tenemos para mantenernos pegados a la tele, y lamentablemente estoy completamente de acuerdo con que exista un poco de amarillismo, pero sólo un poco.

Hay gente que definitivamente exagera y es ahí donde todo vale madres. Estoy completamente consiente que una fortuna se hace amasando pobres, lamentablemente así es el capitalismo y así es el mundo en el que vivimos así que ya dejen de llorar pinches hippies con acceso a internet.

En México muchos creen que el ejemplo perfecto de eso es el señor Slim, pero en realidad están equivocados. Sí, yo sé, el servicio de Telmex deja mucho que desear y lo peor es que tiene la capacidad de ser infinitamente mejor, pero no hay nadie peor que Carlos Salinas Pliego para amasar pobres en este país.

El ejemplo más básico que lo pone al descubierto es Elektra, “Abonos chiquitos para pagar poquito” es sinónimo de “te voy a cobrar el doble y te va a gustar… pendejo” (Un Wii de 4,500 acaba costando 10 mil en este sistema de pago).

Y lógicamente su televisora es la más amarillista de todas. Las cosas que hacen en los noticieros de TV Azteca les juro que dan risa. Cada determinado número de meses hacen campañas contra algo. Las que más risa me dan son sus campañas anti videojuegos. Los ponen como si fueran lo peor del mundo cuando no sólo no saben de qué hablan, si no que dan información completamente errónea y muchas veces inventada.

El colmo de su búsqueda de rating a través de las mentiras fue con el desastre de hace un par de semanas en Japón. Lógicamente la mayoría de la gente que trabaja en esa empresa no acabó la primaria, o por lo menos eso aparentan, por lo cual es un poco extraño que un reportero de segunda sepa cuatro idiomas, y que de esos cuatro uno sea una lengua nativa sudafricana y otro sea japonés, sobre todo cuando su inglés es tan… básico.

Todo esto quedó al descubierto cuando Édgar Galicia tuvo a bien “entrevistar” víctimas del tsunami, pero al parecer no contaba con que mucha gente en México habla japonés. Afortunadamente las relaciones México-Japón son bastante buenas y hay muchos japos aquí y habemos muchos de nosotros allá, por lo que se descubrió su farsa de inmediato.

Les dejo un link aquí que explica al pie de la letra todo este evento. Este es solo uno de los muchos ejemplos de lo cutre que es TV Azteca y de lo que están dispuestos a hacer para vender una pinche licuadora más.

No me ofende tanto que se aprovechen de la tragedia de alguien más para hacer unos pesos, eso lo hace todo mundo, me ofende que sobre eso nos quieran ver la cara de pendejos a todos inventando de manera flagrante y arbitraria su contenido. Pareciera que intentan ser lo más hijos de puta posible, seguramente cuando aplicas para trabajar en TV Azteca te preguntan si eres microbusero, porque sólo están dispuestos a contratar hijos de puta sin escrúpulos ni educación alguna.

TV Azteca: ¡Ve y chinga a tu madre!

1 comentario:

Unknown dijo...

ve nomás la cara de edgarito galishia, no te da pena? tan miserable él es como un ratoncito cirquero pobre tipo, aunque hay que dcir que en "primitivo" fue aun más penoso lo que tuvo que hacer para ganarse sus centavos. qué pena de medios de comunicación, pero qué esperabais? eso son los medios y para eso son