viernes, 20 de mayo de 2011

The pussyfication of human kind

En mi infancia no existían los asientos para bebés para los autos, uno se sentaba (o no) en el asiento trasero y esperaba no acabar pintando el parabrisas de rojo o cambiándole al radio con la cara.

Entiendo que los asientos para niños son un avance importante en cuanto a seguridad y estoy a favor de ellos, igual que estoy a favor de los frenos ABS y el control de tracción, el problema es cuando llevamos esto al extremo y decidimos que hay que proteger a los niños de ellos mismos.

Un ejemplo claro son las bicicletas, en mis años mozos no se usaba eso de los cascos y las coderas y esas mariconadas para andar en bicicleta. Aprendías pedaleando y cayéndote una y otra vez hasta que entendías que el equilibrio se facilitaba con el movimiento y le perdías el miedo.

Hoy en día para que un pobre escuincle aprenda a andar en bicicleta parece que primero los hacen tomar un curso de primeros auxilios, no vaya a ser que se raspen. ¿En serio coderas y muñequeras y todo eso para aprender a andar en bici?

Mitigar el dolor en ese tipo de casos específico creo que es un error. Si te caes y no te duele no aprendes que caerse no es la mejor de las ideas. Debe existir una correlación entre fracaso y aprendizaje, y generalmente el aprendizaje viene porque no quieres volver a fracasar, eso se logra a través del dolor. Lo siento pero el dolor, o más bien el evitarlo, es uno de los mejores incentivos que existen.

La humanidad ha llegado al punto en el que todo te mata y todo te hace daño, todo te da cáncer y si tomas un refresco de lata te vas a morir por el virus de la no sé qué madre que te mata de manera agónica…. Pft, que hueva.

El otro día veía en el noticiero que ahora los doctores dicen que es malo zarandear a los bebés. Ya saben, cuando uno los carga y los sacude un poco de lado a lado para hacerlos reír o así, se supone que eso es malo ahora. También es malo aventarlos hacia arriba un poco, que por que los huesos o no sé qué pendejada.

Estoy completamente en contra de la violencia familiar, pero hay que entender que hay una gran diferencia entre ponerle una madriza a un escuincle y darle un correctivo. Lo siento pero como dice mi madre “tres nalgadas a tiempo solucionan muchas cosas”. Y tiene razón, no va a pasar absolutamente nada porque le des tres nalgadas a un niño, y va a aprender que no está bien robarle los dulces al niño de junto.

Sin embargo ahora ya no puedes ni alzarles la voz porque te acusan con el DIF y te los quitan, muy pendejo de su parte porque la neta entre el chanclazo esporádico y los gritos cuando hago pendejadas a un orfanato del DIF, me quedo con la chancla voladora, la verdad.

No hay que confundir esto con la gente que encadena a sus hijos y les apaga los cigarros en la espalda y esas mentadas de madre, como no hay que comparar una bicicleta con una moto. Esto quiere decir que para aprender a andar en bici no necesitas el casco y todas esas pendejadas, para andar en una moto vaya que los necesitas.

El problema radica en saber diferenciar entre estar seguro y ser simplemente alguien que no tiene idea de lo que es disfrutar algo por miedo a salir lastimado, física o sentimentalmente.

Al ritmo que vamos el mejor panorama que tenemos es el de los gordos de Wall.E, y la verdad no ahorro agua todos los días y reciclo la basura para que ustedes les enseñen a sus hijos a ser unos maricones que les de miedo todo.

Con gente así lo único que necesitamos es que un chango levante un palo para acabar con la humanidad, al menos que tengamos puestos nuestros cascos y coderas y estemos concientes de los procedimientos de seguridad que hay que seguir.

Creo que es obvio que no estoy de acuerdo que sea buena idea que las cosas sean más seguras, ya somos demasiados, deberíamos dejar algunas cosas un poco “inseguras” y a ver que pasa.

martes, 3 de mayo de 2011

Unos más iguales que otros... excepto los pendejos

Ahora resulta que los "afro-descendientes" (así les llaman, se los juro) mexicanos son discriminados porque no son tomados en cuenta en el censo de población y vivienda del INEGI.

No, no es que no los cuenten, claro que los cuentan, simplemente no se toma en cuenta que son… "afro-descendientes". Básicamente se quejan porque no se toma en cuenta que sus tatarabuelos eran negros. Porque cabe aclarar que ya de negros no tienen nada, son más mestizos que el mole poblano.
Esto de separar a la gente en raza no creo que sea muy buena idea. Si pretendemos disminuir el racismo sería interesante explorar la probabilidad que por lo menos de manera “oficial” todos seamos iguales, realmente iguales y no unos más iguales que otros.

Si el censo estuviera a mi cargo sería muy fácil, se contaría el total de habitantes, los porcentajes de hombres y mujeres, cuáles son menores de edad, cuáles adultos y cuáles viejitos, quién trabaja y quién no, y lo más importante, quienes son pendejos y quiénes no. Eso de las religiones y las razas y toda esa mierda no sirve para nada, si lo que quieren es hacer una distinción importante hay que hacer una de quién es pendejo y quién no tanto.

La verdad no me interesa si eres afro-descendiente, libanes o coreano. Tampoco me importa si crees en Alá, Dios, Vishnú o en la sagrada concepción de la luna del atardecer de los cuatro meses. Lo que realmente me importa es qué tan pendejo eres.

Piénselo de esta manera: realmente no importa si la monita que les está tomando la orden le hace a las aditas mágicas, a los trolls o a los seres sobrenaturales que lo ven todo y por ende te espían mientras estás en el baño, lo único que importa es que no sea una pendeja que les toma mal la orden.

No me interesa si el wey que me atiende en el banco tuvo abuelos negros, amarillos, morados o rojos, su pinche vida y la de toda su familia me importa menos que una chingada, lo único que me interesa es que no sea un pendejo y le vaya a depositar mi dinero a alguien más.

Se nota que el gobierno está controlado por pendejos porque no entiendo cómo es que no se les había ocurrido esto antes.

(Creo que logré hacer un texto con un chingo de interrogativas sin un solo signo de interrogación… al menos que sea un pendejo que ni escribir sabe).