Sueños de grandeza

Hoy fui al banco a cambiar un billete de cien por monedas de $5 para tener para el parquímetro. Por algún extraño motivo pensé que me iban a dar dos millones de monedas por mi billete de $100.

Pensé que todas esas monedas que me darían no iban a caber en los bolsillos de mi pantalón y que iban a pesar tanto que tendría que caminar el resto del día agarrando el pantalón para que no se me cayeran.

No se por que pensé que me iban a dar monedas como si fuera yo por la morralla para pagar en una construcción, pero eso pensaba. Oh decepción cuando le di muy feliz mi billetote a la muchacha en el banco y me regreso dos pinchurrientos montecitos de diez monedas de $5 cada uno… ¡DOS pinches montecitos!

Y entonces me di cuenta que lo que estaba esperando era completamente estúpido, diez monedas de $5 son $50, y con dos montecitos de eso haces $100. ¿Por qué estaba esperando miles de millones de monedas? No se, pero me decepcioné un poco y lo peor es esto: Me volví a dar cuenta que $100 no sirven para nada.

¿Cómo es posible que creyera que algo tan chiquito como $100 iban a convertirse en algo tan grande como mil millones de monedas que no iban a caber en mi pantalón? La culpa la tiene el Miata que traje esta semana, es muy chiquito pero entrega muchísimo. Si quieren leer la reseña que hice hace como un año del mismo coche den click aquí, no ha cambiado y sigo pensando lo mismo de él.

P.S. Hoy ya fueron los del agua, ojala y la arreglen
P.S. 2 La que se encargo de todo lo del agua fue mi mujer, no vayan a creer que soy tan diligente.