jueves, 11 de octubre de 2007

Sillones ocupados

La tele de la oficina se ve mal. Sí, tengo televisión en la oficina, les juro que está ahí por cuestiones de trabajo. La cosa es que se ve mal, ya cambiamos el cable y hablamos a nuestra distribuidora de televisión por cable para que lo arreglaran y nada.

Uno no puede ver bien un partido de fútbol por que ni siquiera sabes donde está el balón… pero tiene control remoto. Nunca lo uso, la tele está a medio metro de mí. La tele del otro lado (sí, otra tele), que está a medio metro pero en la otra dirección, se ve perfectamente bien, sólo que esa apunta hacia otro lado y como se lo imaginaron, no tiene control.

Lo que nos llevó a mí y a un compañero de la oficina a esta profundísima conversación:

- La tele se ve mal otra vez
- Sí, ya sabes como es
- Ni siquiera puedo ver donde está el maldito balón
- Y mira, la de Quique se ve perfecto
- Sí… pero no tiene control
- Tienes razón

30 segundos de silencio

- ¿Si tuvieras que escoger entre control o que se vea bien la tele de tu casa, qué escoges?
- No se… yo creo que el control, se ve mal pero no tendría que pararme a cambiarle, y me la paso cambiándole por que igual nunca hay nada, sólo le dejo cuando hay partido.
- Mmmmm, pero entonces no podrías ver el partido, y de todos modos no ves nada por que nunca hay nada en la tele
- Tienes razón… no importa me quedo con el control
- Yo también

Es increíble que uno prefiera no pararse del sillón a ver algo bien. Si no te puedes ni parar del sillón menos vas a separar la basura o salir a hacer ejercicio. Ni modo, ese es el futuro que nos espera, uno lleno de sillones ocupados donde lógicamente todo se va a ir al carajo. ¡Conformistas!

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