martes, 24 de febrero de 2009

El regreso de las botanas asesinas

Por algún extraño motivo me ha pegado últimamente eso de la onda retro, tal vez los años me están empezando a alcanzar, aunque la verdad todavía soy bastante joven.

La nostalgia por nuestro pasado se puede ver reflejada en muchas cosas como la ropa donde irónicamente lo de ayer es lo de hoy gracias a la onda vintage, o los programas de televisión como El Chavo del 8.

La verdad no me había dado cuenta de lo mucho que me gusta lo retro. Empecemos por que mi película favorita es de los 70, sí Star Wars es así de vieja. Entre mis DVDs se pueden encontrar todos los capítulos del Show de los Muppets o de la Pantera Rosa.

Si tuviera mucho dinero el primer coche que me compraría sería un Mercedes-Bens 220 S W111 de 1963, creo fervientemente que hay un antes y un después del Citröen DS de 1955, y el título del coche más bonito jamás creado se lo pelean el Ferrari 250 GTO de 1962 y el Aston Martin DB4 GT Zagato de 1960.

Me gusta mucho la tecnología y las cosas nuevas me llaman la atención, pero creo que los mejores videojuegos, por ejemplo, son de la década de los 80 y 90 (super retro dentro del mundo de los videojuegos). La inventiva y la narración de esos juegos era magnifica, sobretodo por las limitantes tecnológicas que tenían.

Todo esto nos trae recuerdos buenos y a veces no tan buenos, pero definitivamente lo que aflora de manera más violenta los recuerdos es el sentido del gusto. Si vieron Ratatouille deben recordar la escena dónde el crítico de comida prueba el platillo que le da nombre a la película y en ese momento regresa a su infancia al momento en el que su mamá lo reconfortaba con dicho platillo. Algo parecido me sucedió hace algunos meses cuando por accidente (creo) comí unos Chetos Bolitas.

Cuando vi la bolsa sólo pude pensar que era otra de las tres mil versiones horribles que hay de los Chetos, pero pues no me haría daño probarlas y fue justo en el momento en que entró a mi boca que tuve un flashback de muchos años.

De nuevo tuve un encuentro con mi botana favorita, que por cierto tenía años de no comer. Aunque la bolsa era diferente y tenía un estúpido gato en la… ¿portada?, era sin lugar a duda una Quesabrita.

No recuerdo exactamente en que momento la descontinuaron, pero me imagino que no fue tan mala idea si tomamos en cuenta mi adicción por dicha botana, si no la hubieran descontinuado seguramente hubiera muerto de sobredosis de queso y chile sintético, o por lo menos mi adolescencia hubiera sido un martirio por que mi sobre peso hubiera sido 100 veces peor.

Pero no sólo las Quesabritas están de regreso, también las Pizzerolas decidieron resurgir, pero esas sí con todo y su bolsa verde con diseño sesentero y forma redonda y toda la cosa. Lo que seguramente sacará del mercado a los nefastos Doritos Pizzerola que eran una burla a nuestra inteligencia, ¿en serio creyeron que los íbamos a comprar como si fueran Pizzerolas? Idiotas.
Ya regresaron las Quesabritas y las Pizzerolas. ¿Cuál será el siguiente regreso triunfal, la Pepsi Cristal?

3 comentarios:

Doña M dijo...

Me da harta pena... pero yo no me acuerdo de las Pizzerolas. Mi única pasión chatarresca son los Rancheritos, y si en mis 32 años de vida me he comido 7 bolsas, son muchas.

Ahora, que tengo clarísimo cuál sería mi momento Ratatouille:

Tu sacrosanta suegra tenía un... bueno, no sé si eran novios o no, pero el tío le traía dulce de guayaba de su pueblo. El dulce era un rollo de pasta de guayaba con cajeta y azuzar envuelto en papel estrasa y medía como 20 cm de largo. Uno era para ella, otro para mí.

Mi mamá se acababa el suyo en dos días; yo, sabiendo que el no-novio tardaría en volver al pueblo, me comía media rebanada de medio centímetro cada 2 días. No sé cómo le hacía... Extraño el dulce, pero extraño más ser tan medida cuando tengo algo dulce enfrente. Ahora no me duraría ni media hora...

Buaaaaaaaaa...

La Nena Mounstro dijo...

bueno yo tampoco soy tan chatarresca pero si era fan de la pepsi crystal pero ni por el sabor , si no por el " wworale es transparente y sabe a coocaaaa , oraaleeeee " y en su momento cuando importaban la cherry cocke era MI MAXIMO y hasta hoy lo sigue siendo, con mucha vergüenza confiezo que la ultima ves q fui a los states, me traje tres botellas de plastico de cherry cocke, todavia tengo una.

Yo adoraba el Three Musketeers que lo descontinuaron en mexico, los Whoopers son mi maximo y como buena gorda tambien me surti de eso ahora q fui. A mi lo q me angustiaba era que me dijeran en aduanas " vas a poner una tiendita?? por que traes cherry cockes, three musketeers y whoopers? vendes algo en la central de abastos???

Anónimo dijo...

Las Quesabritas eran la Ley Absoluta. En su nueva reencarnacion como Cheetos de Bolita han sido un regalo divino. Yo solia atascarme una bolsa grande completa solito en una sentada (de hecho lo sigo haciendo :(). De milagro no tengo los ojos amarillo Quesabrita tras las cantidades industriales de colorante que me zampaba.

Cuando las descontinuaron casi reniego de mi membresía en la Raza Humana.

Celebro encontrar otro adicto a tales delicias chatarra.

Saludos