lunes, 5 de noviembre de 2007

Cacahuates chinos

No me gusta volar con las aerolíneas gringas, y definitivamente odio Continental. Cada vez que viajo procuro hacerlo con alguna compañía mexicana, no me importa si es Aeroméxico o Mexicana de Aviación, prefiero la segunda pero cualquiera de las dos está bien.

Lamentablemente casi nunca viajo con esas aerolíneas, como yo no pago, no escojo con quién volar y por lo general me tocan aerolíneas gringas. Prefiero las compañías mexicanas por que el servicio es mejor, a uno lo tratan con más calidez y normalmente tienen la atención de darte algo de comer (sí yo se, normalmente es una porquería, pero es comida) cuando tu viaje es por lo menos de dos horas.

En Continental si tienes suerte te dan una bolsita de cacahuates y una bebida, y en American te cobran casi hasta por prender tu luz para leer. Pero antes no era así, antes te atendían mejor y no escatimaban en sus clientes… antes la gente se vestía de gala para ser parte del milagro de un elefante volador. Hoy en día las cosas son muy diferentes.

Los precios del combustible están por lo cielos y el hecho de no darte más que unos pinches cacahuates les ahorra muchísimo dinero a las aerolíneas. Supongamos que cada comida son treinta dólares ahorrados, y que al año vuelen 100 millones de personas en una aerolínea (número bastante lógico si tomamos en cuenta que el aeropuerto de Atlanta da servicio a 80 millones de personas al año), eso es un ahorro al año de 3 mil millones de dólares, más o menos lo que necesitan para pagar la gasolina.

Los altos precios de la gasolina son responsabilidad en parte de los chinos, son tantos y están comprando tantos coches que se la están acabando. Si siguieran con sus bicicletas todo estaría bien y a mi me seguirían dando de comer en el avión, pero como decidieron que era buena idea tener coche, ahora lo único que me dan si tengo mucha suerte son unos cacahuates que son más chinos que japoneses.

Y todavía se preguntan por qué digo que ya se fue todo al carajo.

1 comentario:

Doña M dijo...

Me encanta que ahora los chinos de China tienen competencia con los chinos de Chilangolandia. Resulta que les piratean las ideas (que los chinos ya piratearon de alguien más) y las venden sin los costos aduanales.
Dicen que perro no come perro, pero chino, evidentemente, sí come chino.